Cuando utilizamos herramientas manuales, estamos propensos a sufrir accidentes, ya sean leves o graves, es por esto que hemos decidido darte unos tips para que puedas evitar estos infortunios:

  • Varios de los accidentes se dan por la utilización de herramientas para una tarea diferente para la que fue fabricada. Como cuando utilizamos la parte del mango de un destornillador para golpear como si fuera un martillo.
  • Muchas lesiones ocurren por fallas en el diseño, por ejemplo un martillo, con mango corto; o por estar en mal estado de mantenimiento, por ejemplo, cinceles y punzones con cabezas agrietadas, limas con dientes gastados, llaves con quijadas desgastadas, herramientas eléctricas con interruptores defectuosos, entre otros.
  • La herramienta utilizada puede ser la correcta, pero si el usuario no ha sido debidamente entrenado sobre la técnica segura de usarla, los dedos, manos o cualquier otra parte del cuerpo pueden ser alcanzados por la herramienta al quedar dentro de la dirección de trabajo de ésta.
  • Las herramientas deben colocarse en un lugar adecuado (armarios, gavetas o estantes) de tal manera que pueda detentarse fácilmente la falta de una, a la vez que se encuentra protegida contra su deterioro por caídas o golpes. Esto también garantiza que las personas no se lesionen con una herramienta mal ubicada.
  • El transporte inseguro de herramientas es una fuente común de lesiones en el trabajo. Para transportarla de manera segura se deben disponer de carros de herramientas o de cinturones porta-herramientas.
  • El mantenimiento es esencial para que la herramienta siempre esté en buen estado de servicio. Para ello es necesario realizar inspecciones periódicas que permitan identificar defectos o factores de riesgo y corregirlos oportunamente (sustituyéndolas, limpiándolas, afilándolas o engrasándolas).